El pasado Domingo 9 de agosto se juntaron 7 amigos aficionados a los Madelman y sus familias, con la intención de montar un diorama de piratas en un río cercano a Canovelles (Barcelona). Eran; Ramón (Raming), Felipe (Feling), Jose (Tirant), Francisco (Madelfran), Sergio (Stark), Ernesto (Manlost) y yo Javi (Dizzy).
La historia empezó el año pasado cuando Felipe (Feling) construyó la goleta pirata Embellis, como regalo para Ernesto (Manlost).
Chula, ¿eh?...
Pues ahí no terminó la cosa porque poco después Jose (Tirant), se dijo que sus piratas llevaban demasiado tiempo en tierra y que ya iba siendo hora de que tuvieran un barco en condiciones y no la mierda de balsa Madelman. Y ni corto, ni perezoso se puso manos a la obra y... TACHAAAAAAAN!!! Este pedazo galeón escala Madelman salió de sus astilleros, el Susurro del Mar.
Como no podía ser de otra manera cuando las dos naves se encontraron frente a las costas de la Isla De Las Tortugas Carnívoras se organizó una batalla naval como hacía tiempo que no se contemplaba en el Caribe. Los cañones bramaban como dragones furiosos, barriendo con su aliento de fuego y metralla las cubiertas de sendas naves. El humo de la pólvora se mezclaba al olor de la sangre derramada, y los marineros... Bueno, mejor os pongo unas fotos para que os hagáis una idea de cómo transcurrió la batalla.
Además de las mastodónticas embarcaciones también acudió a la cita esta chalupa inglesa realizada por Fran (Madelfran), más pequeña pero de una belleza y acabados sobresalientes.
Este es el embarcadero que se curró Ernesto, quedó chulo, chulo...
Cuando los piratas desembarcaron en la playa, los “Casacas Rojas” les estaban esperando y no pensaban ponérselo fácil, parapetados tras los muros de la fortaleza, realizada por Felipe y Jose, les dieron la bienvenida con una sinfonía de cañonazos compuesta para la ocasión.
Pero como decía Serrat, “no hay historia de piratas que tenga un final feliz”, y ante la amenaza de tormenta tuvimos que desmontar el tinglado deprisa y corriendo... Aunque en este caso se equivocó el “noi del Poble Sec” y esta historia de piratas si que tuvo un final feliz, gracias a la hospitalidad de Anna y Sergio que nos permitió pasar la tarde a cubierto!!!
Dos espías tejamos observan a los lejos el lento, pero inexorable, avance de la columna mejicana.
Hoy nos hemos reunido para pasar un día en el campo, y ver que efecto hacían los cerca de 90 soldados de infantería mejicana que realizamos para el diorama de El Álamo todos juntitos.
